COMUNICADO DE PRENSA

Régimen castrista fusiló y encarceló a adolescentes desde sus inicios.

Juicios contra menores en Cuba demuestran continuidad de métodos represivos desmedidos y brutales

Washington, DC, 27 de enero de 2022                                                                                                                                            

Contactos: John Suarez and Janisset Rivero (612) 367-6845

Center for a Free Cuba (CFC).  Washington, DC, 27 de enero de 2022. Ante las denuncias de madres y familiares de adolescentes encarcelados en Cuba durante y posterior a las protestas masivas de 11 de julio de 2021, el Centro para una Cuba Libre recuerda que estos métodos han sido utilizados por el régimen castrista desde la década del 60, como lo corrobora una comunicación enviada por la Comisión de Derechos Humanos de la OEA fechada el 22 de octubre de 1964 y dirigida al entonces Ministro de Relaciones Exteriores Raúl Roa García.

“Se ha informado a la Comisión sobre casos de menores que han sido condenados por los tribunales cubanos, sin consideración alguna a la edad de aquellos y a su inmadurez física y mental.  La Comisión ha sido informada también de que en algunos casos se ha llegado a aplicar la pena de muerte por fusilamiento, como en la causa celebrada contra los menores de 16 años Rubén Acosta y Justo García, quienes fueron juzgados en Calimete, provincia de Matanzas, el 12 de abril de 1964, bajo la acusación de sabotaje contra plantaciones de caña de azúcar.  Se ha puesto también en conocimiento de la Comisión que otros menores acusados de delitos llamado “contrarevolucionarios” han sido internados en prisiones para delincuentes adultos”, afirmó el documento.

Esta realidad agrava los hechos actuales y la circunstancia en la que se encuentran los adolescentes cubanos juzgados sin garantías procesales, con impunidad y como medida drástica para aumentar el terror en el pueblo de Cuba.

Durante las décadas de los 60 y 70 adolescentes, incluso niños de 12 años, fueron llevados a prisiones de adultos y condenados a largas penas en juicios amañados o sin juicios, como es el caso de Santos Orlando Mirabal, quien fue arrestado en septiembre de 1967 a los 12 años y 9 meses de edad, confinado en la sede de Seguridad del Estado en Matanzas durante dos años junto a otros tres niños de la misma edad, y luego condenado a cumplir la mayoría de edad (21 años) en prisión. Mirabal permaneció en cautiverio durante 18 años en total. Su padre, Ismael Mirabal Alvarez, también cumplió prisión y desapareció en la década del 90 con su hermana Julia Caridad Mirabal, y nunca más pudo saber de su paradero. Armando Loo, quien fue arrestado el 3 de abril de 1961, contando solo 16 años, fue confinado en el VIVAC de Camagüey junto a unos 15 adolescentes por esa misma fecha. A los 17 años lo confinaron en el Castillo de El Príncipe hasta que cumpliera 18 años cuando fue trasladado a la Prisión de Isla de Pinos junto a otros jóvenes que fueron llevados a los campos de trabajo forzado.

“En los campos de trabajos forzados de un centro de menores en Aguacate, Matanzas, a los niños detenidos que trataban de escapar los mataban allí mismo, y de eso no hay récord”, explicó Santos Mirabal al Centro para una Cuba Libre.

La lista de adolescentes encarcelados y condenados en Cuba actualmente, como en el pasado, es parcial porque se desconoce un gran número de casos pues las familias tienen miedo de denunciarlos. De acuerdo a la CIDH en una denuncia de 1964, la lista de menores de edad encarcelados y condenados a entre 3 y 30 años de prisión solamente en la Prisión de La Cabaña llegaba en ese momento a 100. (http://www.cidh.org/countryrep/cuba67sp/anexo.1.htm)

El Centro para una Cuba Libre hace un llamado de alerta a la comunidad internacional para que interceda con fuerza en favor de los niños y adolescentes cubanos que continúan siendo el blanco de la represión y el hostigamiento del régimen castrista desde hace 63 años. Es inaceptable que el mundo siga en silencio ante este atropello.

 

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